Millonarios atraviesa una pequeña racha negativa de resultados en el tramo final del 'todos contra todos' del FPC. El elenco Embajador está cerca de cerrar su clasificación y necesita sumar un triunfo para poder hacerlo. El entrenador del equipo, Alberto Gamero, dialogó con Línea de 4 acerca del trabajo del plantel y reflexionó acerca de las necesidades y obligaciones que exigen el fútbol moderno.
Cambios para el fútbol colombiano
"Creo que una de las cosas que siempre he metido en mi cabeza es enseñar y comprometer al jugador con el fútbol moderno. Que no se prepare para ganar el partido nada más, que se prepara profesionalmente como un jugador. Una de las maneras que lose entrenadores aquí en Colombia es salir a la cancha sin temor, sin penar en qué pasa si pierdo. Es lo que muestra el futbol moderno, salir a ganar de local y visitante. Los equipos hacen eso y aquí en Colombia debemos imitar eso. Pasto sale a proponer a cualquier estadio y está primero. Es una responsabilidad de los entrenadores y también de los directivos, que entiendan que esto no es de la noche para la mañana".
El objetivo del equipo y su sensación en el club
"Tenemos claro que este proyecto necesita un título. El día que me vaya de aquí va a ser con una felicidad inmensa porque hemos tenido casi dos años porque el 2020 fue solo un torneo por la pandemia y no hubo un año que realmente esperaba. En 2021 vimos una evolución muy grande en la institución, hacía siete años no llamaban a un jugador a la Selección. Yo quiero ser campeón y todos queremos, pero para lograrlo debemos hacer cosas buenas. Tengo mucha felicidad y tranquilidad de que tenemos jugadores internacionales de nivel. La camada de jugadores que tenemos nos brinda eso, saben a qué entramos a la cancha y me gusta que evolucionen desde lo personal para que nos representen a nivel mundial".
Opinión sobre la frase 'ganar como sea'
"Ganar como sea es planificar un partido sin saber cómo juega el rival ni nosotros. No me gusta esa frase, se lo digo al grupo. Hay que ganar con argumentos y con lo que entrenas. Es algo que tuvimos nosotros. Un modelo propositivo, con presión alta, pero la idea es hacerla siempre. Nos gusta el inicio de juego, que el equipo entienda que tenemos que llegar al arco contrario. No me gusta que el arquero toque el balón cinco veces para que se vea bonito. La defensa nuestra son los diez jugadores, hoy el que no tenga obligaciones cuando no tenga el balón, le va a costar. Es algo que hablo con mis extremos, con los jóvenes. No pongo a marcar a nadie, hacen un trabajo cuando no tienen el balón".